El branding
es el proceso de Gestión, Construcción y Definición de una Marca.
Su OBJETIVO es hacerla conocida y crear una imagen positiva de esta en la mente de los consumidores.
Además, el branding busca que una marca crezca de manera inteligente y duradera, pero siempre centrándose en cómo quiere ser percibida.
Reconocimiento del Cliente.
Cuando un cliente busca comprar o adquirir algo y ve la tipografía, colores e imágenes de una marca que reconoce, es más probable es que opte por ese producto. ¿Por qué? Porque es llamativo y familiar.
Una buena marca siempre hará clic en la mente de los compradores, logrando hacer que estos la elijan sin pensarlo mucho.
Lealtad del Cliente.
Una vez que los compradores comienzan a reconocer y comprar un servicio o producto, una buena marca puede hacer que estos regresen por más, logrando su lealtad y fidelización, incluso cuando no se esté realizando una campaña de marketing activa.
Cuando una empresa combina un gran producto con una marca atractiva que satisface a los compradores, esta verá cómo la lealtad de sus clientes comienza a construirse sin ningún problema.
Ayuda a promover nuevos productos y servicios.
Un gran beneficio del branding es que ayuda a promover nuevos productos y servicios. Las personas se interesarán automáticamente porque ya están familiarizadas con una marca. Por lo tanto, si el producto o servicio se ve bueno y novedoso, una marca con un buen branding detrás de ella, ayudará a lanzarlo de manera satisfactoria.
Consistencia.
Con un branding sólido se logra una consistencia en tu marca, por lo que la toma de decisiones relacionadas a esta, serán mucho más rápidas. No tendrás que preguntarte constantemente pequeños detalles como “¿Qué fuente debo utilizar?”, “¿Qué colores debo usar?”, “¿Cómo debería verse esto?” y otros más. Con un manual de imagen corporativa, se establecerán todos esos detalles.
Te ofrece una Estrategia clara para Avanzar.
El branding establece una base completa a medida de que tu negocio avanza. Por lo tanto, es posible establecer una estrategia sólida y clara a la que se puede consultar cuantas veces se requiera para asegurarse de que los productos y servicios cumplan la misión y objetivos de tu marca.